domingo, 17 de julio de 2016

Entrevista a Josep Callejón: El final de Bruguera, de los héroes del tebeo y otras cosas..

El Centre Civic El Coll-La Bruguera es un centro cívico que ofrece actividades sociales y culturales para público de todas las edades, entre ellas un interesante ciclo anual de actividades de Fantasía y Ciencia-ficción, y claro está, con especial atención permanente a la recuperación de la memoria histórica de la editorial Bruguera en todas su vertientes.
Este mes de julio, Josep Callejón presidente del Grup d´Estudis del Coll-Vallcarca i Museo del Cómic, expone en el Centre Civic El Coll-La Bruguera una serie de ilustraciones en que muestra a los personajes clásicos del tebeo de esa editorial "Dibuixos de personatges i herois de tebeos", con algún que otro personaje americano, ya de muy mayores. De hecho todos ya lo son.

Por este motivo publico esta entrevista, donde veremos, entre otras cosas, su visión de la época final de Bruguera.


 


-¿Cuáles eran tus tebeos favoritos de juventud?
Yo leía toda clase de tebeos, incluso los especiales para niñas como Florita, no porque me interesaran las historietas sino porque me encantaban los dibujos de Vicente Roso, o los dibujos de Pilarín Blasco en las historietas de Laly. Mis preferidos fueron las aventuras del Cachorro, El Capitán Trueno y El Jabato, también Pulgarcito, DDT, Tiovivo, El TBO, Hazañas Bélicas, sobre todo las dibujadas por Boixcar.  Mi generación o por lo menos en mi barrio, no éramos muy entusiastas de los americanos: Superman, Batman…, principalmente porque eran mucho más caros, más grandes y gordos y más difíciles de camuflar en el colegio.


Dibujos del autor

- Trabajaste en la Editorial Bruguera durante 20 años, pero no como dibujante. ¿En que consistía tu trabajo?
Entré a trabajar en la Editorial Bruguera el día 15/01/1965 en la sección de Cuentas Corrientes, mi trabajo siempre fue como administrativo en diferentes departamentos, a los veinticinco años fui jefe responsable de la sección de Estadísticas de Producción y Ventas y también del Departamento de Rentabilidad de Ediciones, que posteriormente pasó a ser el Gabinete de Estudios Comerciales y Servicio de Investigación Operativa, también fui Jefe de Contabilidad de la Distribuidora y acabé como responsable del Departamento staff de Investigación Integral de la Gestión.


Algunos miembros de la plantilla Bruguera en el año 1944

- Es sabido que la Editorial Bruguera no tenía muchos miramientos en materia de derechos de autor con sus dibujantes, pero en cambio parece que tenía una buena serie de actividades sociales para sus trabajadores. ¿Cómo recuerdas todo esto?
En este asunto de los derechos o retorno de originales, Bruguera no fue la única, habían muy pocas editoriales que cumplieran con esa reivindicación que tardó mucho en convertirse en un derecho legislado. Las únicas que pagaban derechos y devolvían originales eran las agencias que tramitaban el trabajo para editoriales extranjeras.
La Editorial Bruguera fue declarada empresa modelo en el año 1962 por sus prestaciones sociales, ya que había consultorio médico en todos los centros de trabajo, atendido por dos médicos, que se turnaban y de un servicio de enfermería fijo en cada centro. Incluso en la factoría de Parets del Vallés había una ambulancia.
También había comedores de empresa con cocina en todos los centros, club social con servicio de bar una cancha de baloncesto con equipos masculino y femenino, mesa de ping-pong, organizándose campeonatos, juegos de mesa y competiciones de ajedrez. El Club Bruguera no solamente era para los trabajadores, también podían disfrutar de las instalaciones familiares y vecinos aunque no tuvieran ninguna vinculación con la editorial.
Otro de los aspectos interesantes es que teníamos cinco pagas extra.
Para la fiesta de Reyes se repartían juguetes para los hijos y nietos de los trabajadores. 


 Dibujantes de Bruguera

-¿Llegaste a conocer a los míticos dibujantes de Bruguera? Si puedes contarnos alguna anécdota o vivencia con ellos?
No tuve relación con los dibujantes, mi relación era simplemente profesional con los responsables de las líneas editoriales. Es a partir de mi jubilación cuando he tenido contactos y vivencias con dibujantes, ilustradores, guionistas…, de hecho cada mes nos reunimos en un restaurante de Barcelona. La anécdota que se me ocurre es un poco macabra y es que cada vez quedamos menos. 


Por orden: Conti, Escobar, Ibáñez, Jaume Verdú y José Carvajal

-¿Alguna vez has afirmado que dibujar te relaja. ¿Intentaste trabajar de dibujante en Bruguera?
Cuando me ofrecieron trabajar en el Estudio de dibujantes, yo ya era jefe de una sección y el cambio me hubiera supuesto reducir mi sueldo a menos de la mitad. Es cierto que dibujar me relaja porque siempre he dibujado como afición, dibujando lo que yo he querido sin que nada o nadie me haya exigido hacerlo, quizás si hubiera sido mi profesión habría perdido una afición y un método de relajación.

-¿Por que crees que cerró la editorial?. ¿Estuviste presente en esos amargos últimos años?
La editorial más importante de Europa cerró por varios motivos. Los herederos del que había sido el motor de la empresa no estuvieron a la altura ni de su antecesor ni de los acontecimientos sucesivos, su abandono y dejadez pusieron en manos de unos ejecutivos con mucha planta pero con poca raíz, y sin frutos ni cosecha, Para ponerlo de una forma más clara, la empresa fue tomada por unos chicharelos que no tenían ni puñetera idea en el ramo editorial y mucho menos sobre los productos Bruguera, eso si, grandes cuchipandas, viajes, reuniones…, hasta que sonaron los primeros rumores de pancartas en que salieron huyendo como ratas perseguidas a escobazos.
Efectivamente estuve presente y padeciendo todos los acontecimientos de los últimos años en que el futuro de no solamente la empresa, también el de más de mil familias,  pequeñas empresas y comercios se fue yendo a pique por culpa de unos galifardeos, con la impotencia de que a los que sí conocíamos la empresa y sus posibilidades se nos arrinconó, ignoró y en algún caso invitación a salir por la puerta grande. También hubo mediación política por parte de la Generalitat de no mediar en el asunto y por parte del Gobierno Central una maniobra de la que de momento aún no hay pruebas que puedan demostrar el “mangoneo” del porqué la editorial más importante de Europa en volumen de facturación tuvo que cerrar y otro grupo editorial se quedó con un patrimonio de muchos miles de millones de pesetas a precio de ganga.  Ya han pasado treinta años desde el cierre, pero un grupo de nostálgicos ex – trabajadores siguiendo la iniciativa de Xavi Franch, director de Centre Cívic del Coll-La Bruguera, nos empeñamos en recuperar la memoria de la que fue una de las editoriales más importantes del mundo, de hecho ya se han hecho múltiples actos, reuniones, películas, vídeos, reportajes, Facebook…


-Habéis publicado en 2015 un libro de los rincones del barrio del Coll: Racons, llocs i indrets del Coll-Vallcarca en que aparecen dibujos tuyos con lápiz, rotulador y la técnica del difuminado. Ya va por la tercera edición. Cuéntanos un poco que encontraremos en este libro.
Racons, llocs i indrets del Coll – Vallcarca, es un pre-libro con la idea de financiar una parte del que hace seis años empezamos y del cual ya tenemos más de doscientos cincuenta artículos, un millar de fotografías y documentos, todo ello aportado por los vecinos que han querido participar, ya que la idea del libro era esa, que fuera escrito por el autor de la historia, hecho, acontecimiento, anécdota, por eso el título (que también lo tenemos) será: “GENT DEL NOSTRE BARRI VISTA PER LA GENT DEL NOSTRE BARRI”.


Dibujos de Josep Callejón
 
La idea de pre-libro surgió a partir de unos dibujos que yo había hecho de algunas casas o construcciones del barrio, tanto existentes como desaparecidas. El pre-libro está concebido como un itinerario por el barrio, empezando por el punto más alto el Santuario de la Mare de Déu del Coll, hasta el otro extremo, la Plaza de Lesseps, se ha hecho en el sentido de bajada ya que  en la demografía de nuestro barrio hasta las bajadas se han de subir. Con unas breves explicaciones de cada construcción, algunas reflexiones sobre las actuaciones de la maquinaria político-especulativa, a veces didáctico, otras veces, reivindicativo y alguna en un tono más álgido. Pienso que puede ser una buena guía para hacer un recorrido histórico por uno de los barrios barceloneses más desconocidos de la ciudad y también más abandonado por parte de la clase política, ya que todo lo bueno que se ha conseguido ha sido a base de mucha actividad reivindicativa, mucha paciencia y mucho desgaste por parte de las entidades, asociaciones, asambleas…, sin embargo las destrucciones, desahucios y las soluciones donde no había ningún problema creando el problema con la solución, de un día para otro con mucha presteza.  
Dibujos Josep Callejón

-¿A que se dedica el  Grup d´Estudis del Coll-Vallcarca?
Especialmente a recuperar la memoria histórica del barrio, hacer y proponer itinerarios históricos, culturales, temáticos…, a recopilar historias, anécdotas, fotografías, documentos…, para la publicación del libro en el que estamos trabajando y para la ampliación de nuestro archivo. No nos consideramos un grupo reivindicativo, aunque si que hemos protagonizado algunas conseguidas y otras que están pendientes, lo que si hacemos es dar apoyo y soporte a cualquier entidad que nos lo proponga.

-Salvo raras excepciones los personajes del tebeo nunca envejecen, ¿Cómo es que te has atrevido a cargarles de años físicamente en esta exposición?
Eso ha sido simplemente “mala leche”.



Fragmento texto del autor para la exposición:
“Que el tiempo pasa sin consideración, ni contemplaciones, sin querer y a veces queriendo, es cuando uno se da cuenta que sin darse cuenta se ha hecho viejo. Algunos, por no utilizar el calificativo de viejo, dirían que nos hemos hecho mayores, que suena mucho mejor, o que hemos madurado, o que nos hemos hecho grandes, pero todo eso son “zarandajas” ya que hay quien envejece sin llegar a a hacerse mayor (…) Esta es una colección de dibujos sobre héroes o personajes de los tebeos de nuestros tiempos, los cuales siempre están en perfecto estado de revista, a menos que una mente retorcida como la mía les ponga los años precisos para dejarlos aproximadamente como se verían pasados tantos años como los que han pasado para nuestra generación."


  
-¿Qué materiales has usado para estos dibujos?
Lápiz, rotulador y lápices de color acuarelados o de cera. 



-¿Cómo ves el panorama de la historieta en la actualidad? ¿Lees algún tebeo?
Hace mucho tiempo que la historieta no tiene ningún panorama y mucho menos un futuro, por lo menos en papel impreso. El futuro es de los video-juegos, en este aspecto no me atrevo a emitir un juicio ni a favor ni en contra, lo que sí puedo es manifestar mi opinión, que a mí no me gustan. No tengo tiempo para leer tebeos.

-¿Alguna vez se hará realidad el Museo del Cómic?
En Bélgica hay un museo dedicado al personaje de Tin-Tin, en Suiza hay un espacio muy grande dedicado a Heidi, en Francia está el museo de Astérix. En Barcelona cuna y residencia de los mejores dibujantes del mundo, también habían algunos en el resto de España, donde solamente de la Editorial Bruguera salían cada mes más de cuatro millones de tebeos en diferentes cabeceras : Pulgarcito, DDT, Tio Vivo, Din-Dan, Mortadelo, Bravo, Lily, Olé, Ases del Humor, Magos del Humor, Célia, Katrina, las páginas ilustradas de las Historias Selección…, las colecciones del Museu del Còmic i la Il·lustració de Barcelona, están en cajas apiladas en un sótano a la espera de que las neuronas de la clase política se asienten y entiendan o asimilen que el dibujo es un arte, que no es un sucedáneo de la pintura, tal y como lo soltó en  una reunión  un cargo político.
Hace ya muchos años que estamos reivindicando un espacio para poder hacer exposiciones, conferencias, cursos o cursillos de dibujo o de restauración de papel…
Cada año tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat subvencionan el Salón del Cómic y el del Manga, no tengo nada que objetar, lo único que hago notar es que se promocionan los cómics americanos y japoneses, que no dudo la calidad artística que pueden tener, pero lo que sí que puedo afirmar rotundamente que los nuestros, tanto los de antes como los de ahora tienen muchísima más.




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